Utrera aúna dos características especiales que la hace diferente en el ámbito cultural, es rica en espacios materiales pues goza de un gran patrimonio monumental, pero al mismo tiempo se pueden disfrutar los elementos inmateriales de la cultura del flamenco o el volteo de las campanas.

Conjunto Histórico Artístico.

La declaración realizada en el año 2002,  ponen en valor el carácter patrimonial del centro histórico, con sus casas palacio, torres de molino, casas populares, plazas, y como no destacar iglesias, conventos y fortalezas medievales. Destacamos los elementos imprescindibles en la Visita a Utrera;

Castillo. Torre defensiva del siglo XIII, es la construcción más antigua de la ciudad, sino del papel fronterizo desempeñado por Utrera entre los reinos cristianos y el reino de Granada. Su torre del homenaje acoge un espacio musealizado donde los visitantes pueden disfrutar de la historia del Castillo y en él se realizan espectáculos artísticos.

Teatro Enrique de la Cuadra.

El teatro fue construido en 1887 por Enrique de la Cuadra. De ahí, su denominación actual.

El Ayuntamiento de Utrera adquirió el inmueble en junio de 1985, acogiéndose al Programa de Rehabilitación de Teatros Públicos de las Consejerías de Obras Públicas y de Cultura de la Junta de Andalucía, siendo el arquitecto encargado de la remodelación, Juan Ruesga Navarro. Culminadas las obras en 1993, el teatro abrió sus puertas al público presentando uno de los escenarios más amplio de Andalucía.

Se trata de un teatro “a la italiana” con una equilibrada distribución en la sala y el escenario que, junto al resto de las instalaciones, conforma un espacio vivo de actividad artística, lúdica y cultural.

Parroquia de Santa María de la Mesa.  El templo de mayor proporciones de la ciudad, arranca su construcción el siglo XV, pero su período de construcción se alarga en el tiempo haciendo que coexistan una mezcla de estilos góticos para sus naves, renacentista en la torre y barroco en las capillas laterales del siglo XVIII.

Parroquia de Santiago El Mayor.  Templo más antiguo de la ciudad, situado junto al Castillo, representa no sólo la devoción sino que su advocación a Santiago, patrón de la Reconquista. Su construcción comienza en el siglo XIII, dejando claro su estilo gótico, cuyas bóvedas nervadas dan al espectador una sensación de bosque de palmeras.

Ayuntamiento de Utrera. La antigua casa de los Condes de Vistahermosa es hoy sede del Ayuntamiento de Utrera. Casa del siglo XVIII, profundamente reformada que destaca por sus salones historicistas, clásico, árabe o chino creados por parte de la familia de los Cuadra, mecenas y políticos, que transformaron además,  la ciudad dotándola de equipamientos ejemplo de ello hoy es el Teatro Enrique de la Cuadra.

Casa de la Cultura. Casa Palacio del siglo XVIII, perteneciente a los Marqueses de Tous, hoy destinada a espacio cultural donde hay exposiciones con regularidad. Su patio de columnas cuenta con un claro ejemplo de azulejería sevillana.

El Arco de la Villa. La situación estratégica de la localidad de Utrera, ubicada en un auténtico cruce de caminos, y la fertilidad de sus campos han provocado que durante siglos haya sido un enclave atractivo para los diferentes pueblos que aquí se han instalado.

Utrera disponía de un amplio recinto amurallado ideado como sistema de defensa ante los ataques del exterior. La situación de la población, a medio camino entre diferentes reinos, la convertía en una ciudad estratégica en los siglos en los que cristianos y musulmanes se disputaban el dominio de la región andaluza. La muralla disponía de cuatro puertas para entrar y salir de la ciudad: la de Sevilla, en la plaza del Altozano, la de San Juan, la de Jerez y el Arco de la Villa, sin duda la que mejor se ha conservado incluso marcando en nuestros días el final de lo que es el casco histórico de Utrera y el comienzo de los barrios extramuros o arrabales.

La Fuente de los 8 Caños, Fuente octogonal con templete que se halla en extramuros, junto a la puerta medieval Arco de la Villa. Se trata de una construcción rematada en azulejos sevillanos, abierta por ocho arcos de medio punto bajo los cuales se distribuyen los correspondientes grifos, los cuales desaguan a un foso exterior que la circunda.

Sorprende que el interior del templete sea un depósito a cielo abierto de agua porque el recinto tiene aspecto de antiguo lavadero. Su función habitual era precisamente la de fuente de aprovisionamiento tanto de los que residían en el interior de la Villa como para el ganado de quienes transitaban por su entrada sur.

El Callejón del Niño Perdido, es uno de los rincones más bonitos de la localidad, sin lugar a dudas uno de los enclaves más fotografiados por los turistas. Según numerosos especialistas se trata de la puerta de entrada a la antigua judería de la localidad. A la entrada de esta pequeña calle desde Álvarez Hazañas, justo debajo de uno de los elementos más característicos del lugar, como es precisamente el retablo cerámico del «Niño Perdido», existe un antiguo cepillo para recaudar fondos destinados a las Hermanas de la Cruz, un elemento que muchos ciudadanos desconocían su existencia, ya que hace décadas que quedó en desuso. Este cepillo no es visible desde el exterior.

El Hospital de la Santa Resurección.

El hospitalito, tal y como se le conoce, se encuentra situado justo al lado de la Parroquia de Santiago el Mayor y del Convento de la Purísima Concepción, muy cerca del Castillo, en el centro monumental de la localidad.

Tras cinco siglos de historia, esta casa hospital de la Santa Resurrección persiste ofreciendo asistencia a demandantes con total beneficencia, como así lo deseo D. Juan Ponce de León, y así lo recogió su madre, Dª. Catalina de Perea, en su testamento de 1522.

Hoy, el conjunto del edificio es la suma de diferentes procesos constructivos. Presenta dos zonas, una funcional, dónde se ubica la residencia de tercera edad y espacios de servicio de la casa y otra, zona noble, histórica y visitable. En esta parte histórica destacan el patio principal, la capilla hospitalaria, la sala de juntas y la sala de enfermos.

El Convento de las Carmelitas. Es el único convento de clausura de la Utrera del siglo XVI que continúa habitado, desde su fundación, por la Orden de Carmelitas de la Antigua Observancia. El edificio conventual es de menores dimensiones al original, ya que en el s. XIX sufrió una profunda rehabilitación financiada por los marqueses de San Marcial. No obstante hoy día, conserva su huerta y corral, así como el claustro, la sala capitular y el refectorio, además cuenta con locutorios, hospedería y torno. A través de dicho torno podrán adquirir exquisitos dulces.

Iglesia de San Francisco.

La iglesia está organizada a partir de una sola nave, en cuya cabecera queda situada la Sacristía. A la altura de lo que sería el crucero de la iglesia, se levanta una cúpula semiesférica simple, sin tambor y sin linterna, que se apoya sobre pechinas.

A los pies del templo se ubica el coro y también la portada principal, que se abre a la antes calle San Francisco, hoy denominada calle Clemente de la Cuadra. Esta portada se plantea a modo de retablo y está realizada en estilo manierista, o de transición del Renacimiento al Barroco.

Iglesia del Carmen.

Forma parte del Colegio Salesiano, el más antiguo de la congregación en España.

La capilla es obra de la segunda mitad del siglo XVII, de nave de cruz latina cubierta con bóvedas de cañón, lunetos y arcos fajones, que apean sobre una cornisa que recorre la iglesia. Mención especial merece la imagen de María Auxiliadora, pues es la más antigua de la Península Ibérica. Fue enviada a Utrera por San Juan Bosco (fundador de los Salesianos en 1885). También hay que destacar su magnífica decoración pictórica, obra de la transición del siglo XVII al XVIII, momento cumbre de la pintura muralista sevillana.

Capilla de San Bartolomé.

Se trata de un templo de pequeñas dimensiones compuesto por una única nave que se cubre a través de una bóveda de cañón.

Se encuentra el retablo mayor de la capilla, que se muestra presidido por una talla de Jesús Nazareno realizada por el célebre escultor Marcos Cabrera en el año 1597, y donde se veneran además las imágenes de distintos santos como San Juan, San Lucas, San Mateo, San Pedro y el propio San Bartolomé, titular de la capilla.

Capilla de la Santísima Trinidad.

Capilla en extramuros, frente al Parque Cristo de los Afligidos. La construcción procede de una donación señorial en el siglo XVIII.

Portada neoclásica con un frontón triangular centrada en el escudo de la Hermandad de la Trinidad. Encima una espadaña de un solo cuerpo. Interiormente una nave abovedada y un par de edificios anexos que acogen diversas dependencias. Lo más interesante son los pasos procesionales.

Además, la ciudad está salpicada por diversas estatuas a personajes ilustres del flamenco, estatua a Fernanda y Bernarda, estatua a Enrique Montoya, a Bambino, estatua a Perrate. Personajes del mundo de la cultura como las de Rodrigo Caro, Abate Marchena, Hermanos Álvarez Quintero o Enrique de la Cuadra también están representados en la ciudad. 

Utrera posee importantes enclaves naturales como Reservas Naturales y Parajes Naturales, además de contar con dehesas y pinares, que a través de caminos conecta la ciudad con el ámbito natural, el turismo ornitológico, de naturaleza y es especializado en cicloturismo y senderismo pueden disfrutar el destino Natural Utrera. 

Complejo Endorreico de Utrera.

Reserva Natural formada por las lagunas de la Alcaparrosa, Arjona y Zarracatín. De gran importancia por su avifauna relacionada con el medio acuático. 

Paraje Natural Brazo del Este. 

El Brazo del Este, antiguo cauce del río Guadalquivir,
es un brazo corto y sinuoso con varios meandros o vueltas
que se encuentran colmatados y cubiertos de vegetación
palustre. Este espacio tiene una gran importancia, ya que es utilizado para nidificación y como refugio por un elevado número de especies de aves acuáticas.

Camino de Santiago. Discurren por gran parte del territorio andaluz, enlazando con los que discurren por Utrera, tanto el Camino Vía Augusta como el Camino Serrano, con Sevilla y el Camino de la Vía de la Plata que desemboca en Santiago de Compostela, el mayor centro de peregrinación del territorio, cuyas motivaciones para realizarlo han cambiado con los años y han pasado de ser meramente religioso, deportivo o de realización personal. 

Utrera, la ciudad sevillana que suena a flamenco y campanas.

 El Flamenco es uno de los aspectos que mejor definen a este histórico pueblo sevillano que lleva, desde hace siglos, dando mucho de qué hablar.

Utrera es considerada uno de los mayores referentes en el mundo cultural debido a su vinculación al flamenco, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad 2010. 

Cuya expresión a través del toque, el baile y el cante, hacen aflorar los sentimientos más profundos de la cultura andaluza. Sus festivales con el mejor ejemplo de este arte contando Utrera con el más antiguo desde 1956 es referente en este campo. Son muestra de este arte vivo que han llevado a la máxima expresión artistas como Fernanda y Bernarda, Bambino, Perrate, Enrique Montoya o Curro de Utrera. 

Festivales Flamencos de gran renombre: 

• Potaje Gitano de Utrera.
• Festival del Mostachón.
• Tacón Flamenco.