El objetivo general del proyecto es la sostenibilidad.
Se trata de convertir a los territorios rurales en referentes modelos de pueblos sostenibles, ecológicos participativos que otorguen y eduquen a las personas con el objetivo de alcanzar mejoras en aspectos estratégicos tales como el ahorro y la eficiencia energética, la calidad del aire, en definitiva la calidad de vida de los residentes.
Los habitantes de los territorios pueden hacer tanto como los gobiernos con pequeñas prácticas medioambientales, tales como reciclar, disminuir el consumo de agua o incentivar el ahorro de energía.
Ninguna de las actuaciones a realizar sería posible sin la intervención de los habitantes, instituciones y empresas.
Construyendo las acciones con el consenso y la participación de los ciudadanos, las organizaciones cívicas, empresariales, agrarias en el marco de la Agenda Local 21, avanzando hacia un modelo de responsabilidad compartida en la lucha contra el cambio climático.
Los ejes en torno a los que gira el proyecto son:
