Veintiocho territorios rurales de España desean construir su Marca de Calidad Territorial (en adelante, MCT) a partir de la experiencia y objetivos alcanzados por otros territorios que ya disponen de su propia Marca de Calidad Territorial Europea “Calidad Rural” (en adelante, MCTE). Para llevarlo a cabo se construye este proyecto.
El objetivo último es disponer de Marca Territorial propia y la concesión de uso de la coetiqueta europea “Calidad Rural”. Para ello precisan la transferencia de experiencias, conocimientos, reglamentos y metodologías ya desarrolladas por los que las construyeron antes.
Nuestras zonas rurales, con carácter general, sufren envejecimiento, pérdida de población y sistemas económicos todavía muy dependientes del sector primario.
Nuestros territorios deben prepararse para la pérdida paulatina de subvenciones de la Unión Europea, para la apertura de los mercados y, por consiguiente, hacer frente a uno, cada vez más abierto y competitivo.
Al mismo tiempo, defendemos un modelo de desarrollo sostenible en términos ambientales, socialmente responsables y económicamente viables.
En esta situación y de cómo sepamos jugar nuestro papel dependerá nuestro futuro. Estos retos merecen una respuesta colectiva como territorio y en alianza con otros territorios.
Por ello, hemos decidido ir al mercado con todo el territorio como producto, con su identidad diferenciada y portadora de los valores de la Responsabilidad Social, la participación y el desarrollo sostenible.
Es lo que llamamos “Calidad global” o “Calidad Territorial”:
Un territorio con un proceso de calidad territorial es identificado con una imagen, que es su Marca (Marca de Calidad Territorial). Dicha marca no es sólo un instrumento comercial sino que también lleva a las empresas y entidades a reflexionar sobre la autenticidad, el desarrollo equilibrado del territorio y el proceso para alcanzar la calidad. Es la aplicación de una ética del desarrollo.
Se apoya, además, en la valorización de los recursos patrimoniales y naturales como palanca de desarrollo, con la voluntad de generar efectos económicos directos e indirectos en el territorio. Establece pliegos de condiciones que garantizan una búsqueda de la calidad y la autenticidad, así como el respeto del territorio. Favorece lazos solidarios entre los distintos sectores y dentro de ellos buscando sinergias y llevando a cabo operaciones colectivas para la promoción de la marca. Organiza formaciones y encuentros interprofesionales que permiten que sectores muy diferentes se reúnan y trabajen juntos para conseguir el objetivo de calidad del territorio. Implica a todos los sectores económicos, sociales y culturales. Ofrece una calidad global del producto y de comportamiento.
Una marca comarcal es pequeña para posibilitar la sustentabilidad a medio y largo plazo. Aliada con otras marcas similares de otros territorios, con un apellido común, una marca –paraguas en el mercado, le dará la razonable masa crítica y, por tanto, capacidad de ser identificada y acceder con mayor facilidad al mercado.
Nuestro territorio se quieren incorporar a esta operación colectiva y para ello debemos desarrollar un conjunto de acciones individuales en nuestro espacio territorial que nos permita compartir también los beneficios de la etiqueta europea de la Marca de Calidad Territorial.
